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La Pregunta 4 en la Papeleta de Massachusetts legalizaría cuatro tipos de psicodélicos, incluyendo la psilocibina y ayahuasca, con la intención de aportar al tratamiento de salud mental. Oregon y Colorado son los únicos otros estados en que han aprobado una legislación similar.
Algunas ciudades de Massachusetts, incluyendo a Northampton y Easthampton, ya han despenalizado los psicodélicos, quiere decir, que las personas no suelen ser arrestadas por cargarlos.
Kari Njiiri de NEPM le preguntó a la reportera Karen Brown sobre cómo esta iniciativa es diferente.
Karen Brown, NEPM: Esto será a nivel estatal, e iría más allá, permitiendo que las personas cultiven sus propios alucinógenos en escala limitada. Al igual que con el cannabis, una comisión designada regularía los psicodélicos. Pero a diferencia del cannabis, no habrán tiendas para hongos alucinógenos. Habrán centros para terapia psicodélica, supervisados por guías certificados que completen un entrenamiento estatal. Las ciudades individuales no tendrán permitido prohibir los centros psicodélicos —que sí pueden hacerlo con tiendas de marihuana.
Kari Njiiri, NEPM: ¿Qué dicen los partidarios que haría esta ley?
Principalmente, dicen que brindará a las personas mayor acceso a psicodélicos cuando otras maneras de tratamiento de salud mental no funcionen.
Emily Oneschuk está con el grupo Massachusetts for Mental Health Options (Massachusetts para Opciones de Salud Mental), el cual está incentivando la iniciativa. Como veterana, ella ha luchado con el trastorno de estrés postraumático (TEPT) y con un profundo luto después de que su hermano más joven fue asesinado.
Cuando salió del servicio militar, ella dijo que tuvo una crisis de salud mental. Dijo que los psicodélicos fueron lo único que ayudó.
“No solo todo desapareció, pero fue como la primera grieta en ese fuerte que había creado, que me permitió ver algo de luz y me ayudó a comenzar a recordar que podía sentirme bien otra vez”, dijo Oneschuk.
Los estudios sí demuestran que muchas personas se benefician de la terapia psicodélica. Pero la Sociedad Psiquiátrica de Massachusetts — la cual está en contra de la medida — dice que la evidencia es limitada y que algunos estudios demuestran que los antidepresivos son igual de efectivos para la depresión.
No todos los grupos que se oponen lo hacen con la misma razón. ¿Puedes explicar algunos de las preocupaciones por salud?
La Sociedad Psiquiátrica de Massachusetts dice que hay varios peligros. Por ejemplo, dicen que las personas con ciertas condiciones de salud mental pueden tener una mala reacción a los alucinógenos y que la ley no garantiza que las guías tengan el entrenamiento médico para lidiar con esto.
Y otro grupo en contra de la Pregunta 4 — llamado Bay Staters for Natural Medicine — está en realidad firmemente a favor de legalizar los psicodélicos para tratamientos de salud mental y han trabajado anteriormente en legislación fallida que hubiera logrado esto. Pero dicen que la Pregunta 4 simplemente no está diseñada de manera segura.
James Davis está con ese grupo. Él resalta que hay riesgos cardiacos para al menos una de las cuatros sustancias que podrían legalizarse.
“La ibogaína es increíblemente útil para algunas personas que desean dejar los opiáceos o el alcohol. Y sin embargo, las personas sí se mueren por problemas cardiacos”, dijo Davis.
“Se mueren de un ataque al corazón utilizando ibogaína, por lo cual debemos crear una infraestructura médica alrededor de su uso, o al menos una que combine con nuestro sistema convencional de salud mental”.
¿Qué pasa con la economía de la pregunta 4?, ¿quién ganará dinero?
Bueno, esa es la pregunta que se hace la gente. Los que se oponen como James Davis dicen que el costo de ir a un centro de sanación podría ser prohibitivo para muchas personas, particularmente, porque no es probable que esto lo cubra el seguro. Y como el gobierno federal considera que los psicodélicos son ilegales, Medicaid no lo cubrirá tampoco.
Curiosamente, la Sociedad Psiquiátrica de Massachusetts dice que el entrenamiento para ser un guía — de 120 horas — es muy corto y no es lo suficientemente riguroso, mientras que Davis realmente considera que es muy largo y caro.
“Esto es una especie de [robo] para las personas interesadas que quieren ser facilitadores para dar dinero a estas empresas de capacitación”, dijo él. “Y en Oregon, a veces hay más compañías de entrenamiento que centros de tratamiento reales donde puedes obtener una experiencia psicodélica”.
¿Y qué dicen los partidiarios de la pregunta sobre estos datos económicos?
Resaltan que la ley propuesta incluye un impuesto especial del 15% en los servicios psicodélicos, que podría ayudar a las ciudades y pueblos, aunque no está claro qué tan lucrativos serán estos servicios.
Y Emily Oneschuk, vocera del grupo a favor del "sí", dice que el costo sería similar a otras formas de tratamiento de medicina alternativa que tampoco están cubiertas por el seguro.
“Es curioso, a la gente le preocupan los costos y les preocupa que las empresas ganen demasiado dinero”, dijo. “Y yo digo, ‘Bueno, necesitan existir. Entonces alguien tiene que ganar algo de dinero’”.
Debería resaltar que el lado a favor de la pregunta en la papeleta ha recaudado unos $7 millones para su campaña. Los opositores, apenas unos $100,000.
Entonces, cuando se piensa en algo tan complejo como la atención médica y la salud mental, ¿debería decidirse mediante una iniciativa electoral?
Bueno, esa es una preocupación para muchos profesionales de la salud mental, muchos de los que dicen que están escépticos a que una comisión gubernamental tenga suficiente experiencia en psicodélicos para diseñar buenas reglas. De hecho, no es claro si los terapistas regulares con licencia serán elegibles para convertirse en guías psicodélicos.
Pero Emily Oneschuk dice que aunque el uso personal de psicodélicos será legal en diciembre si se aprueba la pregunta, el estado tendrá dos años para elaborar regulaciones para lidiar con problemas como ese.
“Ese tiempo es realmente importante porque tenemos mucho que aprender de otros estados. Oregon y Colorado lo han hecho antes que nosotros”, dijo ella. “Massachusetts es como un centro de innovación y atención médica, y creo que con ese periodo de tiempo, podemos juntar recursos y mentes para construir un sistema que realmente le sirva al estado”.
¿Sabemos lo que piensan los votantes de la pregunta?
Las encuestas indican que la votación está bastante igualada. Una encuesta de UMass encontró que un 43% está a favor y un 43%, en contra. También vale la pena resaltar que, si se aprueba, los legisladores estatales pueden reescribirla de manera significativa, como lo hicieron con el cannabis hace ocho años. Y si no lo aprueban, pueden comenzar desde cero y aprobar su propia versión.
Traducido por María Aguirre para NEPM