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Mucha gente conocía a Rafael Fernandez como el dueño del querido restaurante puertorriqueño de Holyoke, Fernandez Family Restaurant, pero para sus tres hijas él era más que un líder comunitario, y más que un padre ejemplar — era su mejor amigo.
"Una de nosotras era su mano izquierda y la otra era su mano derecha. Y él era el mejor amigo de cada una de nosotras", dijo su hija Jackie Fernandez-Rivera, recordando a su padre, que falleció la semana pasada después de una batalla con cáncer de esófago. Tenía 71 años.
Según la familia, Fernandez llegó a Holyoke desde Puerto Rico en 1971. Encontró trabajo en American Pad & Paper, una de las muchas fábricas de papel de Holyoke. Su esposa, Ada, se fue de Puerto Rico para unirse a él en Massachusetts. Estuvieron casados por más de 50 años y criaron a tres hijas, Ada Fernandez-Rodríguez, Jackie Fernandez-Rivera e Ivelis Fernandez.
"No es muy común que una mujer haga sus votos de matrimonio y realmente esté con él hasta que la muerte los separe, pero ella lo cuidó hasta el final. Es una mujer muy especial", dijo Fernandez-Rivera.
En 1988, la familia abrió el restaurante Fernandez Family Restaurant en Suffolk Street. Después de varios años, se mudaron al 111 High St. y finalmente, se mudaron al 161 High St.
Fernandez y su esposa operaron el establecimiento hasta 2013, cuando se jubilaron y dejaron el negocio a sus hijas. En 2022, después de 34 años de servir comida tradicional puertorriqueña y ofrecer ayuda a organizaciones sin fines de lucro, equipos deportivos y personas necesitadas en Holyoke, el restaurante cerró. En noviembre de ese año, la ciudad de Holyoke cambió el nombre de la intersección de las calles High y Hampden a Fernandez Way, para conmemorar las contribuciones que Rafael y su familia hicieron a la ciudad.
Familiares, políticos y dignatarios locales celebraron allí una ceremonia esta semana para honrar la memoria de Rafael Fernandez.
"Ha habido un apoyo inmenso y tremendo de toda la comunidad y de nuestra familia y amigos", dijo Fernández-Rivera. "Así que nos sentimos muy afortunadas de recibir todo este amor y esto es por la persona que él era".
Dijo que su padre siempre estaba en el restaurante, incluso después de su retiro oficial, hablando con los clientes.
"Él representaba nuestro restaurante. A los clientes les encantaba verlo y su gran sonrisa. Tenía esa manera de hacer que la gente se sintiera cómoda y bienvenida cuando estaban allí. Y (el restaurante) era su segundo hogar ", dijo Fernández-Rivera.
Las hermanas dijeron que llevan la tradición de cocinar en la sangre y que tal vez consideren administrar un pequeño negocio de catering o hacer algo relacionado con la comida en el futuro. Por ahora se están tomando un tiempo para estar juntas y recordar a su amado padre.
"Él era una persona tan especial, y tenía esa manera de amarnos tanto. Nos amó hasta su último aliento", dijo Fernández-Rivera.
Se llevará a cabo velorio el 8 de febrero de 3 a 7 p.m. en la funeraria Barry J. Farrell, 2049 Northampton St., Holyoke.
La misa de funeral será el viernes 9 de febrero a las 10 a. m. en la parroquia de St. Jerome, 169 Hampden St., Holyoke. El entierro se realizará en el cementerio Saint Jerome en Northampton Street en Holyoke.
